LAS 5 LECCIONES DEL 2022 EN LA GESTIÓN DE RIESGOS DE MERCADO

Autor: NetGO Financial Risk Management
Fecha: Enero 2023

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Se fue el 2022, pero nos dejó muchos aprendizajes en materia de gestión de riesgos de mercado que deberían tenerse en cuenta para este 2023 que se vislumbra desafiante.

1) Los mercados muestran que los escenarios de baja probabilidad de ocurrencia son cada día mas recurrentes.

Por eso es cada vez más relevante mapear los riesgos a los cuales está expuesto la empresa y cuantificarlos en función de la volatilidad de las monedas y commodities. Estoy ayuda mucho a entender cuánto riesgo se puede tomar.

Resulta importante saber que existen instrumentos derivados para gestionar cada uno de los riesgos a los que se enfrenta la empresa, y proteger tanto margen como flujo, si así se lo define.

2) Es muy baja la capacidad predictiva que se puede tener respecto a cómo se moverá una variable clave en la economía como el dólar.

A modo de ejemplo, entre el 30 y el 31 de agosto de 2022, operadores financieros fueron consultados por el Banco Central de Chile acerca de a cuánto estimaban que estaría el dólar en 28 días más. La mediana de las respuestas fue CLP$ 870. Pero ese día el dólar cerró en CLP$ 956.

La diferencia de CLP$ 86 entre la expectativa y la realidad fue una de las mayores registradas este año, pero no la única. Esto demuestra la importancia de contar con una adecuada política de gestión de riesgo financiero, que ponga a la empresa a resguardo de las variaciones cambiarias.

3) Se pueden cubrir flujos esperados sin generar volatilidad en el estado de resultados.

Existen empresas con moneda funcional en pesos chilenos, pero cuyo objeto de cobertura es un porcentaje de los flujos de pagos en dólares proyectados para los próximos 12 meses.

El problema es que la exposición de balance que refleja su contabilidad no es igual al objeto de cobertura sobre el que actúa el CFO. Es decir, cubre flujos esperados que no están necesariamente contabilizados aún. Como consecuencia, la compensación del derivado no guarda relación con la diferencia de cambio, lo que genera problemas para explicar los beneficios de la estrategia de cobertura al directorio.

La parte buena es que hay solución, y consiste en modificar la forma de contabilizar los derivados implementando Hedge Accounting. De esa manera, se mantiene en patrimonio el mark to market del derivado y solo se pasa a resultados las compensaciones realizadas. Ese cambio permite a la empresa llevar a cabo la estrategia de cubrir flujos esperados, sin generar volatilidad en el estado de resultados por el mark to market de los derivados.

4) Hay que hacer un doble click a la cobertura natural.

Vender en la misma moneda que uno compra es el mundo ideal, sin embargo la cobertura natural no siempre actúa como tal. Por ejemplo, en los autos de alta gama, la lista de precios está en dólares, y se pesifica el día de la facturación al dólar observado. Con devaluaciones fuertes en periodos cortos, el precio en pesos puede subir un 20% en pocos meses.

Los compradores son chilenos que tienen ingresos en pesos y esta marcas compiten con otras que tienen pesificados sus precios. Entonces, vemos que traspasar a precios alzas tan grandes en periodos cortos de tiempo es muy difícil. De allí que aparezcan ofertas del tipo “congelamos el dólar a $XX”.

Si bien es cierto que en teoría hay cobertura natural, esta pierde eficacia cuando la inflación y las devaluaciones son altas en periodos cortos, ya que el consumidor no está indexado al dólar.

5) Cobertura cambiaria: ¿omisión o decisión?

Hasta octubre de 2019 la volatilidad cambiaria era un tema, pero no “te botaba del caballo”. La inflación estaba controlada, las tasas de interés se ubicaban en torno a cero, y el acceso al crédito era abundante. Por lo tanto, casi todo estaba estable; pero en 2022 se acabó el famoso “ceteris paribus” en la vida de un CFO. Y posiblemente en 2023 deberá seguir lidiando con la volatilidad.

Es por eso que muchos se plantearon la definición de una estrategia de cobertura, que lo que busca es transferir a otros los riesgos que la empresa no puede o no quiere tomar. Su definición es una es una mezcla entre arte y ciencia, pero existen algunas variables básicas que deben considerarse y que se detallan en otro artículo.

Por supuesto que también están los que haciendo un análisis de la situación, igualmente decidan no hacer nada al respecto, lo cual también es válido. Lo importante es que la gestión de los riesgos financieros sea una decisión y no una omisión.