La nueva era mundial: choques inflacionarios y fin del financiamiento barato

Autor: NetGO Financial Risk Management
Fecha: Abril 2024

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Tanto Chile como Colombia mejoraron sus variables macroeconómicas, sin embargo el contexto internacional se ha complejizado. De qué manera repercute la situación de Estados Unidos y China en las empresas locales.

En 2023 tanto Chile como Colombia corrigieron buena parte de los grandes desbalances macroeconómicos que traían de años previos. En ambos países se contrajo el déficit de cuenta corriente, la inflación desaceleró su marcha y las tasas de interés iniciaron  su ciclo descendente. Hoy la situación está mucho más controlada en el frente interno, y por el contrario, los mayores riesgos parecen provenir del contexto externo.

En Estados Unidos, la inflación en los últimos meses se ubicó por sobre lo previsto, con una economía resiliente, un sólido mercado laboral y una fortaleza por encima de lo previsto en el consumo privado. Esto llevó a que la FED postergara el recorte de tasas y redujera su previsión de recortes para el próximo bienio, provocando así una apreciación del dólar a nivel global.

Del otro lado del mundo, en China se mantiene una perspectiva de crecimiento acotado para este y los próximos dos años, en buena parte por el fuerte ajuste en el sector inmobiliario. Siguen debilitados el consumo, los préstamos y el empleo, aunque se recupera la industria. A estos se suma el temor a un rebrote inflacionario asociado al aumento de costos como el del transporte y los combustibles por los conflictos en Medio Oriente.

¿Cómo repercute este nuevo escenario en la situación financiera y en el acceso al financiamiento de las empresas chilenas y colombianas? Gastón González y Camilo Suárez, consultores senior de NetGO, brindaron su visión al respecto.

Costos de transporte y presiones sobre cadenas de suministro global - Fuente: Banco Central de Chile

Gastón González (GG): China es el principal socio comercial de Chile, que depende en gran medida de lo que pase con el cobre. Cuando China anunció que bajaría su refinamiento se produjo un shock de demanda, incrementando su precio y afectando el tipo de cambio en Chile. Más allá de esto, las señales económicas en China no son buenas porque el mercado no cree que haya superado la crisis inmobiliaria, y todavía hay dudas con respecto a su plan de reactivación.

En cuanto a las decisiones de la FED, desde febrero el mercado había internalizado la postergación de la rebaja de tasas. A medida que esto siga ocurriendo y el Central de Chile continúe bajando las suyas, se seguirá recortando el diferencial de tasas y el tipo de cambio tenderá más al alza.

Camilo Suárez (CS): Si volvemos la mirada hacia atrás, se decía en Estados Unidos que la inflación era algo temporal. Pero esa premisa perdió fuerza y la FED está considerando que se debe ser más prudente con el recorte de tasas porque, aunque la inflación bajó, todavía no está dentro del rango meta. Si uno mira las proyecciones macro para los próximos 3 años, la inflación núcleo se mantiene por encima. Entonces definitivamente entramos a un mundo donde la inflación va a ser particularmente alta, sobre todo comparándola contra el periodo desde la crisis de 2008 hasta la pandemia.

Esto implica un cambio de pensamiento, porque si las tasas de inflación seguirán altas en comparación con la historia reciente, en consecuencia, las tasas para financiamiento se van a mantener también elevadas. La época del dinero barato post crisis de 2008 definitivamente se acabó.

En este nuevo escenario de inflaciones particularmente altas, los países serán muy susceptibles a cualquier choque externo, como restricciones de comercio, cambios demográficos, escalada de conflictos bélicos. Entonces los bancos centrales pueden ser prudentes y tener unas tasas de política monetaria altas frente a lo que habíamos observado en los últimos años.

¿Cómo es el caso en Colombia?

CS: El Banco de la República se caracteriza por ser muy prudente, no le gusta darle sorpresas al mercado ni acelerar procesos. Creo que esa cautela se mantendrá, y esto afectará a sectores como la minería y la construcción, lo que podría ser compensado por la industria de servicios, la agricultura y el sector pecuario. Tanto para el mundo como para Colombia, el 2024 no será tanto un año de recesión sino de aterrizaje lento, en el que persistirá la debilidad económica, pero de menor latencia. Será un año de transición para un crecimiento moderado en 2025, aunque ya sin esos riesgos.

Proyecciones de crecimiento para 2024 - Fuente: Banco Central de Chile

¿La debilidad china no podría alterar estos planes?

CS: En cuanto a la situación de China, históricamente se hizo fuerte como gran socio comercial de América Latina, a excepción de Colombia. Este papel no está amenazado: China sigue vendiéndole al mundo. El problema es que los chinos no están consumiendo. Es un tema más de demanda interna, que no permitió que el dinero circule y traccione. El reto para China es hacer que su pueblo tenga ahorros, genere riquezas y consuma, que es algo que dejó de pasar con la fragmentación de su sector inmobiliario.

GG: Otra cosa que puede frenar la exportación de China es que varios países están implementando impuestos contra el dumping. Europa ya tomó medidas con aranceles y en EEUU están haciendo lo mismo, lo que alimenta la inflación. Y si Donald Trump regresa como presidente, podría volver a escalar la guerra comercial EEUU-China, complejizando esta situación.