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Hoy más que nunca las compañías colombianas que quieren retomar planes de expansión deben conjugar habilidad comercial y estrategia para blindar sus márgenes de ganancia.
En Colombia bajan la inflación y las tasas de interés, pero el crédito y el consumo continúan rezagados. En un escenario volátil, no abundan las empresas que hoy encaran proyectos de inversión. Pero algunas ven en la crisis una oportunidad. Para aquellas que se animan a crecer, ¿qué deben tener en cuenta para cuidar sus márgenes?
Camilo Suárez, Consultor Senior de NetGO, brinda algunas de las claves.
¿Cuál es el contexto macroeconómico de Colombia hoy y cómo afecta los planes de inversión?
En Colombia la inflación progresivamente está bajando, aunque ni este año ni el próximo estaremos por debajo del 4%, sí cerca del nivel estructural. Esto no viene únicamente de condiciones internas, también tiene que ver con lo que está pasando en todo el mundo, la reconfiguración de las cadenas de abastecimiento ha tenido un efecto nada despreciable en el costo de bienes y servicios.
Por otro lado, muchos países, incluido Colombia, han hecho un uso intensivo del gasto público para generar dinamismo en términos económicos. Incrementar el gasto público, sin tener una ruta clara para aumentar al menos en la misma proporción los ingresos, ha resultado en una ampliación importante del déficit fiscal lo que en nuestro caso genera presiones en cuanto a crecimiento y credibilidad en los mercados financieros internacionales.
A nivel interno, las tasas de interés han venido disminuyendo durante lo corrido del año, la oferta de crédito creció un poco y la gente está mostrando una mayor voluntad de de endeudamiento, pero como los ingresos en términos reales se encuentran estancados por el mayor costo de vida, la capacidad de endeudamiento de los hogares se redujo.
La inversión privada por su parte sigue mermada, su contribución al PIB ha bajado más de 5 puntos porcentuales durante los últimos 24 meses, lo que conlleva a que el crecimiento potencial del país siga por debajo de los niveles previos a la pandemia.
Los empresarios al encontrar un escenario tan retador en términos de demanda interna e incertidumbre institucional, no traen a la mesa grandes planes de expansión y en consecuencia la búsqueda de fondeo a largo plazo, cinco, diez años se encuentra bastante retraída.
Los bancos, pilar fundamental para el empresariado colombiano en términos de capital de trabajo y financiamiento de largo plazo siguen analizando a fondo el perfil de los clientes, llevando su oferta de crédito casi que exclusivamente a empresas con sólidos indicadores financieros.
La delicada situación del crédito para las PYMES especialmente, resultó en que el Gobierno se sentará con la banca privada para crear el “Pacto por el crédito” un mecanismo que busca irrigar hasta 55 billones de pesos durante los próximos 18 meses a industrias con uso intenso de mano de obra como el turismo, la construcción, la manufactura y agricultura, lo anterior en aras de dar un empujón a la reactivación económica por un frente diferente al gasto público.
¿Qué incidencia puede tener la cotización del dólar?
Tanto para el comportamiento de corto como de largo plazo del dólar, hoy son más los fundamentales que pueden desencadenar movimientos al alza que a la baja. Vemos una relativa estabilidad en torno a los 4.000 – 4.100. ¿Qué podría determinar que esto cambie? En términos locales, mensajes del Gobierno que generen más incertidumbre en términos de institucionalidad y confianza inversionista, cambios materiales en el giro del negocio y la gestión de las empresas estatales, principalmente Ecopetrol, y una reforma tributaria que exija mayor tributación por parte de las empresas. Todo lo anterior hace que Colombia como destino de inversión sea menos atractivo, y en consecuencia se reduzca la inversión extranjera y el dólar experimente presiones al alza.
A nivel global el dólar se moverá principalmente al compás de la FED y de sus mensajes data-dependientes. El discurso es claro en que bajará, pero hay que ver en qué magnitud, hasta cuándo y cómo responderá el mercado laboral. Es importante resaltar que la actuación de la FED es de doble propósito: lograr pleno empleo y estabilidad en los precios, a diferencia del BanRep cuya misión principal es mantener el poder adquisitivo de la moneda (inflación baja y estable).
Otros factores de alta incidencia en el corto plazo son las elecciones en Estados Unidos y los conflictos geopolíticos que están en suspenso. En resumen, hay pocos escenarios en los que el dólar se podría debilitar frente al peso colombiano. Los niveles entre 4.000 y 4.100 reflejan las expectativas de agentes del mercado, tanto en el corto como en el largo plazo con alto grado de nerviosismo y volatilidad como experimentamos la semana pasada.
Camilo SuárezEl mensaje para los clientes que tienen líneas de crédito para tomar derivados y proyectos de inversión es que hagan un ejercicio riguroso de asignación de capital y tipo de cambio, sobre todo considerando que muchos ya comenzaron a elaborar su presupuesto 2025.
Y en el caso de las empresas que deciden invertir, ¿qué pueden hacer para proteger sus márgenes en este escenario?
Los puntos forwards durante el 2024 han bajado sustancialmente, a inicios de 2024 a 12 meses el costo de un forward estaba en torno a los 270 pesos por dólar, hoy en día para el mismo plazo el costo de las coberturas oscila en torno a los 205 pesos. Aunque esto es una reducción de más del 30%, si comparamos contra pares de la región, siguen siendo elevados. Lo anterior responde principalmente a una inflación que baja, pero no al ritmo de otras economías en Latam.
El mensaje para los clientes que tienen líneas de crédito para tomar derivados y proyectos de inversión es que hagan un ejercicio riguroso de asignación de capital y tipo de cambio, sobre todo considerando que muchos ya comenzaron a elaborar su presupuesto 2025. No se trata de proyectar en cuánto estará el dólar, sino de estimar el impacto y la sensibilidad de la operación del negocio frente a varios escenarios con determinados tipos de cambio y en base a ellos decir: hasta este nivel me siento confortable no tomado cobertura, en este nivel los márgenes se ajustan y por ende debería tener cierto plan de cobertura, y ya en un nivel en extremo adverso necesariamente debo hacer algo.
Este ejercicio de sensibilidad y escenarios permite a las empresas tener una hoja de ruta para actuar en cada caso. Es determinante hacer estas pruebas de estrés, definir objetivos con base en ello y establecer estrategias claras de cobertura para que cuando se materialice un caso, sin importar si el dólar se aprecia o deprecia, se contrasten resultados frente a los objetivos planeados. Si yo cumplí mis objetivos, entonces el programa de cobertura fue exitoso. Si no los cumplí, hay espacios de mejora en este ámbito.
Usando este enfoque, no importa en cuánto está el dólar, porque cuando se establece un programa de cobertura que interactúa con los objetivos de la empresa los gerentes pueden dejar de darle prioridad al tipo de cambio. Es como cuando contratas un seguro del auto: no quieres preocuparte acerca de cuánto te costará repararlo si te chocan, ya tienes un plan en caso de que pase, con un costo acotado. Es ideal entender que este es el mismo ejercicio mental con las coberturas.
Evidentemente hay una característica que no pasamos por alto, contratar derivados usualmente demanda tener disponibilidad de líneas de crédito. Dado que, como mencionamos anteriormente, la oferta de crédito no es tan profunda, las empresas entran en la dicotomía de financiar su capital de trabajo o cubrir la operación. Hecho que se acentúa en compañías con perfiles financieros debilitados por la coyuntura reciente.
¿Qué pueden hacer las empresas que se encuentran en esta situación?
Deben evaluar cómo generar desde el ciclo de negocio mecanismos de cobertura. Por ejemplo, hablar con proveedores a ver si pueden cambiar monedas de pago, alinear el pago de todos sus egresos en un mismo punto para no tener que contratar muchos forwards y puedan cubrirse con uno solo, tratar de vender en la misma moneda en la que asume el riesgo. Se trata de las llamadas coberturas naturales. Aquí juega la habilidad comercial y estratégica para blindar el balance y los márgenes desde una perspectiva que no involucre derivados financieros.
Camilo SuárezA nuestros clientes recomendamos tomar como punto de partida lo que se busca en términos financieros junto a lo que el negocio genuinamente puede dar, y que el puente entre ambos sean las estrategias de mitigación de riesgos de mercado que ofrecemos.
Desde hace varios meses es conveniente cubrirse a corto plazo para aprovechar el ciclo descendente de tasas. ¿Sigue vigente esta estrategia?
En Colombia seguimos con una senda de acuerdo con lo esperado en términos de política monetaria, los puntos forwards permanecen estables en los últimos 4-5 meses y las coberturas por capas se mantienen como una estrategia atractiva para varios de nuestros clientes. Parte de nuestro trabajo con las empresas, es analizar los factores cotidianos en el giro natural del negocio y a partir de ello construir una vez entendidas las particularidades de la operación, una guía de trabajo estructural, para que las estrategias queden un poco blindadas de la coyuntura, y se puedan cumplir independientemente de la volatilidad del tipo de cambio los objetivos de la organización.
Por eso ahora que muchas empresas inician sus ejercicios presupuestales y de planeación, hacemos mucho énfasis en la necesidad de incorporar el uso de programas de cobertura en la proyección de los resultados para el próximo año. Hay que tomar como punto de partida lo que se busca en términos financieros junto a lo que el negocio genuinamente puede dar, y que el puente entre ambos sean las estrategias de mitigación de riesgos de mercado que ofrecemos.
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