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Los proyectos de expansión todavía no despegan en Colombia, pese a la reducción de la inflación, la baja de tasas de interés, y del déficit de cuenta corriente.
La inflación profundiza su caída y alcanza el menor registro interanual desde comienzos de 2022. La tasa de interés sigue elevada, pero continúa su ciclo de descenso. El segundo trimestre de 2024 fue el de menor déficit de cuenta corriente en 15 años (1,6% del PIB). En este último periodo se registró un crecimiento de 2,1% del PIB. Colombia empieza a mejorar sus indicadores, y sin embargo las inversiones se demoran.
Los sectores que se recuperan y los que vienen más rezagados en Colombia
Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca crecieron 10,2%, contribuyendo con un punto a la variación anual, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
Le siguieron con 4,8% la administración pública y defensa; planes de seguridad social de afiliación obligatoria; Educación; Actividades de atención de la salud humana y de servicios sociales. Aunque con menor incidencia en el total, actividades artísticas y entretenimiento subieron un destacado 11,1%.
Sin embargo, varios sectores económicos en el país siguen mostrando signos de debilitamiento. Por caso, el de explotación de minas y canteras experimentó la mayor caída con un decrecimiento del 3,3%. Le siguió el sector de información y comunicaciones, que se redujo en un 1,9%, y las industrias manufactureras, que disminuyeron un 1,6%. Se trata justamente de aquellos que requieren de mayores inversiones.
Siempre debe tenerse en cuenta que la comparación es contra un 2023 muy complicado en términos económicos para Colombia. De hecho, informes privados señalan que la inversión netamente privada tuvo una caída del 25% en 2023 y todavía no se recuperó del todo.
Los proyectos de expansión todavía no despegan en Colombia: ¿por qué?
Son múltiples las razones por las que analistas consideran que las inversiones tardan en aparecer en Colombia. Estas son algunas de las más relevantes:
- Si bien los números de la macroeconomía empiezan a mejorar, todavía están lejos de ser positivos y deben mostrar mayor estabilidad.
- El financiamiento sigue siendo restrictivo y los bancos se limitan a asistir a empresas con un excelente perfil, algo muy difícil de cumplir en este contexto.
- Debilidad del consumo a partir de salarios que no se recuperaron tras la subida de precios.
- Falta de confianza por los intentos del Gobierno de una reforma tributaria y las críticas al sector privado.
- Permanentes cambios de funcionarios en el Gobierno que generaron pérdida de eficiencia técnica y problemas ejecutivos.
- Escasa vinculación entre el sector público y el privado que genere innovación, investigación y conocimiento.
- Alta volatilidad e incertidumbre de inversores internacionales debido a tensiones geopolíticas y comerciales en el mundo.
El futuro de la economía colombiana
En este marco, todas las proyecciones hablan de un crecimiento moderado para este año en Colombia. Y aunque no hay consenso en torno a su magnitud, podría situarse entre el 1,1% (según el Fondo Monetario Internacional -FMI-) y el 1,3% (según la Cepal).
Eso sí, pensando en 2025 los pronósticos son más optimistas y van desde el 2,6% (Cepal) al 3,3% para la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) y el Banco Mundial. Claro que para que estos sean una realidad hará falta una mayor inversión privada.